Los emprendedores turísticos de la zona de Granjas en Puerto Iguazú celebran las recientes mejoras viales que han transformado la zona, pero ahora enfrentan un nuevo desafío: las picadas de motos.
Después de arduas gestiones para lograr el asfaltado y empedrado de las calles internas, con el objetivo de brindar un mejor servicio a los visitantes, los vecinos ahora deben lidiar con el ruido excesivo y las maniobras peligrosas de motociclistas que utilizan la zona como pista de carreras.
Omar Masulo, presidente de la Zona de Granjas, expresó su preocupación: «Hemos trabajado arduamente para mejorar nuestra zona, pero ahora nos encontramos con este problema que afecta a nuestros emprendimientos y a la tranquilidad de los vecinos. Las picadas y el ruido constante generan un ambiente hostil y ponen en riesgo la seguridad de todos».
Masulo destacó que el Concejo Deliberante ha aprobado una ordenanza para instalar cámaras de seguridad y reductores de velocidad, medidas que buscan disuadir a los infractores y evitar accidentes. Sin embargo, el problema persiste y se agrava con la llegada de la temporada alta.
«Entendemos que es una cuestión cultural y educativa, pero también necesitamos que las autoridades municipales refuercen los controles en la zona. No podemos permitir que esta situación continúe afectando a nuestra comunidad», agregó Masulo.
Es importante destacar que este problema no es exclusivo de la zona de Granjas, sino que se repite en distintos barrios de Puerto Iguazú. Los ciudadanos demandan una mayor presencia policial y medidas más efectivas para combatir las picadas y el ruido excesivo.