La iniciativa, de 14 artículos, propone además el establecimiento de una “tasa por servicio yerbatero” para las operaciones comerciales hechas a través del Cemacop, secaderos y molinos ubicados en territorio misionero.
El artículo 3 establece que el directorio del Cemacop se integrará con un representante de los productores primarios, un representante de los secaderos, un representante de los tareferos, otro de las cooperativas yerbateras y uno del Gobierno de la provincia, que presidirá y desempatará en las votaciones por la fijación del precio de la materia prima.
El artículo 4 prohíbe al centro de acopio adquirir yerba a precio menor al oficial y lo faculta para adquirir yerba canchada de los pequeños secaderos y cooperativas de la provincia.
El artículo 5, dispone que la materia prima acopiada por el Cemacop se depositará en los galpones de la extinta Comisión Nacional de Regulación de la Yerba Mate (Crym), ubicados en la localidad de Santa Ana, que fueron transferidos a la provincia por la ley 24945/98.
El artículo 8 enumera las atribuciones del Cemacop, entre las que figuran la fijación del precio de la yerba mate en el territorio provincial, comercialización de la yerba mate en canchada, molida y otras formas; fomento de la actividad yerbatera y mejoramiento de la calidad de la yerba mate mediante programas específicos; firma de acuerdos comerciales con empresas del sector y organismos públicos; financiamiento para la implementación de tecnología y avances que permitan a los pequeños productores incrementar el rendimiento de sus cultivos; y regulación de plantaciones para evitar la sobreoferta.
Según explicó Castro a La Voz de Misiones, el proyecto se basa en una iniciativa de 2017 impulsada por el líder del PAyS, Héctor Cacho Bárbaro, por entonces diputado provincial, que fue enriquecida por el equipo partidario, en que se encuentra el mismo Bárbaro y el dirigente Isaac Lenguaza, entre otros.
El proyecto de los diputados del PAyS se suma a la propuesta formulada por el diputado provincial y conductor de la Renvoación, Carlos Rovira, ni bien se conoció la desregulación yerbatera del DNU de Milei, para la creación de un Instituto Misionero de la Yerba Mate (Imym), que asuma las facultades retiradas al desregulado Inym.
Fundamentos
Entre los fundamentos del proyecto, Castro y Alves, argumentan con el impacto en la cadena yerbatera del mega DNU presidencial del 20 de diciembre pasado y comparan el escenario con lo ocurrido en años ’90, cuando se eliminó la Crym y la situación se volvió insostenible al punto que
“Es una respuesta a la desregulación del mercado yerbatero instaurada por el actual gobierno nacional, que mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 70/2023) le sacó al Instituto Nacional de la Yerba Mate la potestad de fijar el precio de la materia prima, dejando a los productores a expensas de las reglas de un mercado oligopólico que en otras épocas ‘esclavizó’ a plantadores y tareferos, por graficar con una figura retrógrada la terrible situación que les tocó afrontar y que amenaza con volver”, señala el escrito.
“Tal como advierten referentes del sector al reclamar que el poder político vuelva atrás con la desregulación, si persiste la vigencia del DNU ‘el productor yerbatero no va a poder levantar la cosecha porque no va a tener plata para pagar a los obreros. Va a cobrar su yerba con vales de comestibles o con cheques a 360 como nos daba un industrial. Y luego viene la migración hacia los cordones periféricos de las grandes ciudades’”, alerta.
“El escenario que describen no es más ni menos que el mismo que vivimos en la década del ‘90 tras la disolución de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate y el Mercado Consignatario Nacional de la Yerba Mate Canchada”, compara.
Recuerda, en tal sentido, que el Inym “comenzó a gestarse en el año 2001, justo en medio de la profunda crisis que afectó a toda la sociedad argentina y que hirió de muerte al sector primario de la yerba mate por la desregulación”.
“Se sabe que en la determinación del precio de la materia prima, el mayor peso de los costos de producción recae siempre en el sector primario, pero el poder de negociación y el grado de concentración del sector industrial terminan por aplastar cualquier posibilidad de que los productores reciban un precio justo”, argumenta.
“Paralelamente, el sector de comercialización se asegura ganancias extraordinarias con la venta al público, que paga precios finales totalmente desproporcionados, ya que mientras
un kilo de hoja verde se paga al productor $169 y un kilo de yerba canchada $643, en las góndolas de los supermercados el kilo de yerba envasada supera los $ 5000”, agrega.
Asegura que “en el caso de la yerba mate, la supuesta autorregulación del mercado y el aclamado virtuosismo de las relaciones comerciales entre el sector primario y la industria que pregona el modelo de ultraderecha que gobierna el país, sumado a la desregulación, directamente implican la muerte de los pequeños productores y la concentración de la tierra en pocas manos”.
“Este proyecto de Ley es, entonces, un intento de defensa de la industria madre de la provincia de Misiones y una reafirmación de la autonomía provincial, pero sobre todo, una alternativa que nos permitiría plantarnos en resguardo del trabajo de tantas familias para decirles a los poderosos que esta vez, no pasarán”, afirma.
“Es también un ejercicio de la Carta Magna provincial que pone en cabeza del Estado, la responsabilidad de hacerse cargo de las actividades en las que la iniciativa privada sea insuficiente, monopolista o privilegiada (Art 61 de la Constitución provincial), y que además manda al Estado a promover y fomentar ‘por ley u otras medidas la radicación de industrias de elaboración de materias primas en las zonas de producción (art. 65)”, argumenta.
En otro tramo, el escrito ingresado hoy a la Legislatura provincia, aporta datos duros para ilustrar lo que denomina “atomización” del sector yerbatero.
“En nuestra provincia se planta el 90 % de la yerba mate que se produce en el país. Sin embargo, solo el 51% de la producción se industrializa en Misiones, mientras que los restantes 29% y 20% se elaboran en Corrientes y fuera de la zona productora”, precisa.
“Según las mismas estadísticas, el 70% de los más de 17 mil productores de yerba mate en Misiones, (unos 13.000) planta en yerbales de menos de 10 hectáreas y con rendimientos promedio de 4.000 kilos por hectárea, o incluso menos”, añade y afirma: “Esta atomización de una de las principales actividades productivas de Misiones -que sigue manteniendo las características de minifundio- representa no solo una realidad económica que casi no se repite en otros lugares del país, sino también un valioso estilo de vida de las familias de “colonos” que se desarrollan en el ámbito rural y subsisten con sus pequeñas unidades de producción, sus valores, sus costumbres y tradiciones”.
“En la otra punta del proceso, las nueve industrias más grandes muelen, envasan y comercializan el 75% de la producción, porcentaje que sube al 90% si se contabilizan las 17 empresas mayores”, analiza y señala que la creación del Cemacop “implica hacer realidad el Mercado Consignatario que no quiso ni pudo poner en marcha el Inym, con la diferencia de que será un mercado exclusivamente misionero que comprará, estoqueará y revenderá materia prima solamente misionera y en principio, de los pequeños productores de hasta 10 hectáreas”.