Caminando por las calles urbanas, lo que sucede alrededor, es posible interpretar el presente como prolongación inevitable del pasado. Entender lo que acaece en el presente es interpretar los rasgos que el tiempo conserva como testigos ineluctables de la antigua Misión de Candelaria, puerto relevante de los 30 pueblos guaraníes jesuíticos.
Observar la historia en sus lugares y objetos induce a entender e interpretar las identidades contemporáneas, de allí la relevancia de la actividad que esta Asociación Patrimonio Candelaria realiza en la zona. Con ese objetivo como base es que la Asociación Patrimonio de Candelaria realizó ayer la primera caminata por sitios que corresponden al Patrimonio histórico local en conjunto con la secretaría de cultura municipal. Un grupo de 21 personas previamente inscripto participaron, guiados por integrantes de la Asociación y por la arqueóloga Alejandra Shmitz y la docente y artista visual Verónica Navajas.
Edgar López, presidente de la Asociación dijo «la primera experiencia de esta visita a lugares que corresponden al patrimonio local fue todo un éxito, armamos un grupo de 21 personas, que es el máximo permitido por la Unidad Penal 17 para visitar las reducciones jesuíticas. La idea es que la comunidad tenga la posibilidad de conocer nuestros espacios patrimoniales, no solo visitamos lo que está dentro del servicio, caminamos por el barrio viendo los fragmentos de cerámicas, hasta llegar al oratorio que está el río Paraná dónde Verónica Navajas nos habló sobre cómo era el funcionamiento, posteriormente Shmitz y Navajas , condujeron a los presentes, mediante datos precisos y narraciones gráficas a ubicarse en la antigua Misión de Candelaria, cabecera de los 30 pueblos guaraníes jesuíticos».
«Las dos profesionales pertenecientes a la Asociación, describieron de qué modo este sitio histórico es un objeto patrimonial que constituye una parte significativa de la identidad del pueblo. En ese lugar se inició el recorrido que culminaría a frente al oratorio emplazado frente a las márgenes del Río Paraná, en cercanías de la Costanera de la ciudad misionera. El itinerario transcurrió desde el muro en pie de la Penitenciaria, pasando por las calles urbanas del barrio Belgrano, donde se pudieron observar relictos pertenecientes a baldosas, trozos de cerámicas y tejas de la Misión. Los presentes pudieron observar cómo la actual Candelaria yace encima de la antigua y ésta puja por aparecer en sus objetos significativos», destacó.
«Para poder entender esto, es necesario entrenar la mirada para ver a cada paso cómo la historia nos cuenta su verdad en sus formas y colores cargados de narraciones. Caminar y observar se convierten así en acciones necesarias e imprescindibles para encontrarse con una parte de la conciencia identitaria del pueblo y sus habitantes. Los sitios patrimoniales de Candelaria. La idea es realizar este tipo de recorrido una vez al mes» concluyó el artista visual.