El ministro de la Presidencia de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, puso en duda la realización de la Copa América en el país gobernado por Jair Bolsonaro, ya que pusieron condiciones para la concreción del evento. «No hay nada seguro, quiero decirlo de forma bien clara. Estamos en medio del proceso, pero no eludiremos una demanda, si podemos atenderla», dijo Ramos a los periodistas en Brasilia.
Este martes, el presidente brasileño decidirá con su gabinete qué se hará con el torneo y darán a conocer una «posición final», tras la decisión de la Conmebol y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), tras las bajas de Colombia y Argentina. Lo que Brasil puso como condición es que no haya público en los estadios y la vacunación previa de todas las selecciones participantes.
«Es importante destacar que ese evento, en caso de que se realice, no tendrá público. Por el momento, son diez equipos como máximo», divididos en dos grupos y «65 personas por cada delegación, todos vacunados», enfatizó Ramos.
El funcionario evitó pronunciarse sobre las ciudades que podrían albergar la competencia, y señaló que eso será decisión de la CBF, al tiempo que reconoció la situación «difícil» que vive el país por la pandemia. Más allá de la decisión de la Conmebol, y la primera aceptación de Brasil para organizar la Copa América, en el país limítrofe no están muy de acuerdo con la presencia de las selecciones.