Un nuevo escándalo de corrupción sacude el seno de gabinete provincial al conocerse la maniobra fraudulenta mediante la cual el subsecretario de Turismo de Misiones, Carlos Antonio “Tony” Lindström, intentó sobrefacturar 30 mil pesos a un lavadero de autos de la ciudad de Oberá, donde habitualmente asean la camioneta 4×4 que el ministerio le prestó para desarrollar su función.
Según publicó el sitio de noticias Infober, el dueño del Lavadero Toto de la ciudad de Oberá -el policía retirado Raúl De Olivera– se negó a formar parte de la maniobra de corrupción y brindó detalles sobre cómo el funcionario y uno de sus secretarios pretendían que se haga cómplice de la defraudación al Estado.
Por un total de tres servicios de lavado a la camioneta Chevrolet S10, dominio LVY382, que maneja Lindström, “se cobraron 1.200 pesos, 400 por cada limpieza del vehículo”, explicó De Olivera.
Sin embargo, entre los meses de noviembre y diciembre de 2020, desde la Subsecretaría de Turismo que conduce el excandidato a intendente de Oberá, estaban dispuestos a pagar 6 mil pesos por unos 15 servicios de lavado, a 400 pesos cada uno.
Camioneta limpia, manos sucias
El expediente para pagar el servicio de aseo a los vehículos oficiales estaba encaminado y todo listo para el realizarse el desembolso. En el acta de recepción N° 738 del Ministerio de Turismo se detalla que la Chevrolet S10 que maneja Lindström y otro Chevrolet Meriva -que también pertenece al organismo- serían los dos vehículos a limpiarse.
Sin embargo, un nuevo plan surgió entre Lindström y el coordinador general de la Subsecretaría de Turismo, José Luis Martínez. No conformes con facturar 15 lavados -cuando en realidad, según el propietario se hicieron solamente tres- decidieron ir por más.
Enviado por su superior, Martínez le pidió al dueño del lavadero anular la factura inicial, hacer una nueva y con ello concretar el trámite administrativo para finalmente cobrar. Sin mayores detalles sobre las razones para rehacer la factura, De Olivera le dijo al funcionario que maneje el asunto con su contador.
Pero el pedido que le hicieron al contador traía una sorpresa. José Luis Martínez, mano derecha de Tony Lindström, solicitó que la factura por los servicios de lavado de dos meses se haga por un total de 36 mil pesos, es decir, unos 90 lavados, a 400 pesos cada uno.
Detallar en la nueva factura 90 lavados en 60 días no le pareció ético al contador, que se negó a realizar el trámite y, en un mensaje de audio a través de WhatsApp, le advirtió a su cliente que dejaría de asistirlo porque no estaba dispuesto a participar del acto de corrupción.
Recién entonces, Raúl De Olivera, dueño de Lavadero Toto, se enteró de la maniobra y decidió seguir la conducta de su contador, negándose a sobrefacturar los servicios.
Tony, enojado
La historia de corrupción a baja escala publicada en el medio digital obereño tiene todos los detalles. Los audios de una entrevista a Raúl De Olivera revelan que el subsecretario de Turismo de Misiones, Antonio “Tony” Lindström, recriminó con insultos el rechazo a facturar los 36 mil pesos.
“Vino Tony a insultarme, me agarró por sorpresa”, recordó De Olivera, quien entonces decidió hacer pública la maniobra dejando expuesto al funcionario provincial, un reconocido comunicador de la zona Centro, propietario de una radio.
Mientras cientos de empresarios del sector turístico claman asistencia en medio de la crisis que acarreó la pandemia de covid, el gobernador Oscar Herrera Ahuad acompaña con constantes anuncios la demanda de ayuda. En la vereda de enfrente, se ubica el número 2 del ministerio dirigido por José María Arrúa, Tony Lindström, quien podría brindar explicaciones y echar luz al asunto en las próximas horas.