Oscar Alberto Suárez, de 48 años, fue denunciado por abuso sexual por parte de sus dos hijas, una joven de 23 años y una adolescente de 16. El imputado es suboficial del Ejército Argentino y presta servicio en la Compañía de Cazadores de Monte 18, de Bernardo de Irigoyen.
El pasado 7 de agosto, luego de enterarse por lo que pasaron sus hijas y en representación de la menor de ellas, la mamá denunció al militar ante la Comisaria de la Mujer de Irigoyen.
A su vez, la progenitora recomendó a la mayor que hiciera lo mismo, lo que llevó a la joven de 23 años a realizar la exposición policial, el pasado 13 de agosto, en la ciudad de Buenos Aires, donde se encuentra actualmente.
Luego de exponer los hechos por las vías legales, a casi cuatro meses de la denuncia policial, las jóvenes y su mamá temen por su integridad ya que la Justicia aún no tomó medidas contra el acusado.
Además, sobre él pesa una denuncia por violencia radicada por la madre de las chicas.
En el caso interviene el Juzgado de Instrucción Dos de Eldorado, a cargo de la doctora Nuria Brunilda Allou.
Después de la denuncia, el miedo continúa
La Voz de Misiones habló con la mayor de las hermanas, quien reafirmó los sucesos que la atormentaron durante toda su niñez, y que también expuso públicamente en las redes sociales: “Desde mis 5 hasta mis 16 años sufrí abuso sexual por parte de él, mi progenitor. Los hechos ocurrían casi una vez por semana, cuando nadie estaba en la casa o por las noches, cuando todos dormían”.
“Siempre fue en el mismo hogar, bajo el mismo techo en el que vivíamos, en Monte Caseros, Corrientes; Apóstoles y Bernardo de Irigoyen”, añadió la joven.
Ya lejos de su casa y de su verdugo, la muchacha decidió buscar ayuda en un psicólogo para, luego de años de terapia, tomar la decisión de confesarle a su mamá lo que la atormentaba desde pequeña.
“Recién a mis 23 años, estando lejos de mi casa, a fines de julio de este año, me animé y se lo conté a mi mamá”.
A raíz de ello, su progenitora le pidió que, en confianza con su hermana, le pregunte su padre también abusaba de ella, a lo que la adolescente le confesó que sí.
“Nunca imaginé que mi hermana menor también había sufrido de abuso sexual, ni que había padecido el mismo infierno que yo viví”, contó angustiada la víctima.
De acuerdo a lo que la adolescente de 16 años le confesó a su hermana, los ultrajes habrían comenzado en el 2017, y se detuvieron cuando se inició la cuarentena y su mamá comenzó a quedarse en el hogar. “A veces todos los días, a veces no, depende de si él estaba o no. Este año fueron pocas veces por la cuarentena”.
Inacción de la Justicia
“Oscar es suboficial del Ejército Argentino, preparado para matar”, relató la joven de 23 años y remarcó que: “Es una persona violenta e impulsiva, que abusó de mí y de mi hermana muchas veces, nos manipuló y amenazó durante toda nuestra niñez y adolescencia”.
“En agosto, inicié el proceso judicial. Nunca nos dieron la prisión preventiva, no le dieron la cámara Gesell a mi hermana, tampoco le aseguraron protección para ella y mi mamá, que siguen viviendo en Misiones”, enfatizó.
En este sentido, la joven criticó la falta de acción por parte de la Justicia: “Decido ahora, después de 7 años del último abuso y de casi 2 años de tratamiento psicológico, contar todo lo que viví, antes el miedo dominaba mi vida”, repasó.
“Viví toda mi vida con miedo y ahora que tomé valor para sacar toda esta mierda a luz sigo teniendo miedo porque nuestro sistema judicial no nos apoya”, sentenció.
El abogado querellante, Maximiliano Medina, en diálogo con La Voz de Misiones explicó: “Es un caso de abuso sexual simple sin acceso carnal, entonces, según la fiscalía, no pueden dictarle prisión preventiva sin que antes se ordene la Cámara Gesell”.
En una estrategia legal, el militar dilata la presentación de su defensa y retrasa el proceso: “Hasta que el imputado no ratifique su defensa, yo no puedo pedir la Cámara Gesell para la menor”, detalló el abogado Medina, que acompaña a las víctimas.
“En agosto la madre presentó la denuncia, tardaron más de 20 días en llevar la causa de la comisaría al Juzgado de Instrucción y desde ahí está parada, el acusado no se presenta para designar a su defensor”, insistió el letrado.
Las víctimas y su abogado quieren que la Justicia actué: “Lo que nosotros queremos es que la causa avance, que le den la Cámara Gesell a la hermana menor para lograr la detención del acusado, porque como el caso es abuso sexual simple, sin acceso carnal, la jueza no va a disponer su detención inmediata por ese motivo”.
“Entonces el acusado sigue libre y acosando por medios electrónicos a la madre y a la menor de las víctimas. Además, ambas se tuvieron que ir de la ciudad por ese motivo”, concluyó la defensa.
Por su parte, la joven de 23 años agregó: “Me aterra saber que Oscar está suelto y que yo y mi hermana podríamos no ser las únicas víctimas de este abusador. No quiero ser un número del montón ni una estadística más, pido solamente lo que me merezco por derecho, JUSTICIA”, concluyó la muchacha.