
Los vecinos alertaron sobre las llamas que avanzaban con velocidad y la intensa columna de humo que podía verse desde varios puntos del barrio. Al llegar al lugar, los bomberos trabajaron intensamente para frenar la expansión del incendio, logrando sofocar el foco principal y resguardar el aserradero y las viviendas cercanas.
La situación dejó en evidencia, una vez más, la peligrosidad de realizar quemas en pleno verano, cuando las temperaturas elevadas, el viento y la sequedad del ambiente generan condiciones extremas para la propagación del fuego.

Las autoridades reiteraron un fuerte llamado a la responsabilidad ciudadana:
están prohibidas las quemas y cualquier descuido puede poner en riesgo vidas, viviendas y el trabajo de numerosas familias.
Con las alertas activas en toda la provincia por riesgo de incendio, la prevención es la herramienta más importante.
El rápido accionar de los bomberos evitó un desastre, pero la advertencia es clara: no se puede jugar con el fuego en esta época del año.





