
Una historia de resistencia y migración
La fundación de Candelaria no fue un proceso sencillo. Inicialmente establecida en Brasil, la misión debió enfrentar numerosos desafíos, como ataques de bandeirantes (cazadores de esclavos) y epidemias, lo que obligó a sus habitantes a migrar en varias ocasiones. Tras pasar por Caazapamini, cerca del río Ijuy, y luego por Campichuelo, en Paraguay, la misión encontró su ubicación definitiva en 1665, al asentarse en la margen izquierda del río Paraná, donde hoy se encuentra la ciudad de Candelaria.
Este lugar no solo se convirtió en el hogar permanente de la reducción, sino que también fue designado como la primera capital de los 30 pueblos de las Misiones Jesuíticas, que abarcaban territorios de Argentina, Brasil y Paraguay. Este hecho convierte a Candelaria en un símbolo de la historia y el legado cultural de la región.
La imagen de Nuestra Señora de la Candelaria
Un elemento central de la identidad de Candelaria es la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, traída desde Alemania en 1960 por encargo del padre Floriano Kroneiss. Ese mismo año, la imagen fue entronizada por Monseñor Jorge Kemerer, marcando un hito en la vida espiritual de la comunidad. En 2010, la imagen fue coronada por Monseñor Rubén Martínez, en una ceremonia acompañada por el padre Sergio Domínguez y toda la comunidad.
La advocación a Nuestra Señora de la Candelaria es una de las más veneradas en América, siendo la segunda en importancia en el continente. Esta devoción no solo refleja la fe de los habitantes de Candelaria, sino también su conexión con las raíces jesuíticas y guaraníes que dieron origen al pueblo.
Candelaria en la historia argentina
Además de su importancia en la época jesuítica, Candelaria también tiene un lugar destacado en la historia argentina. En 1811, durante su expedición militar al Paraguay, el general Manuel Belgrano descansó bajo un histórico sarandí que aún se conserva en la ciudad. Este árbol es un testigo vivo de los acontecimientos que marcaron el camino hacia la independencia de Argentina.
Un legado que perdura
Candelaria no solo es un pueblo con una historia fascinante, sino también un lugar que ha sabido preservar su identidad a lo largo de los siglos. Su fundación como reducción jesuítica, su papel como capital de las misiones y su conexión con figuras históricas como Manuel Belgrano la convierten en un símbolo de resistencia, cultura y tradición.
En este 398° aniversario, Candelaria invita a todos a recordar sus raíces, celebrar su presente y mirar con esperanza hacia el futuro. ¡Feliz aniversario, Candelaria! 🎉