En el sur de Brasil, la región de Santa Catarina, popular entre los turistas argentinos, se encuentra en crisis debido a las intensas lluvias que comenzaron el jueves pasado. Ciudades como Florianópolis y Camboriú han sido severamente impactadas, con precipitaciones que superan los 100 milímetros en pocas horas, provocando inundaciones generalizadas, deslizamientos de tierra y caos en las vías.
En Camboriú, varios barrios han quedado completamente anegados, mientras que en Florianópolis, las inundaciones han afectado áreas urbanas y sectores turísticos clave. Ante esta situación crítica, seis municipios, incluidos Itapema, Biguaçu y Gobernador Celso Ramos, han declarado el estado de emergencia para facilitar la respuesta a la catástrofe, permitiendo la movilización de recursos para la reconstrucción y asistencia a los damnificados.
La infraestructura vial también se ha visto gravemente afectada. La carretera BR-101, una de las más importantes de la región, sufre cortes en varios puntos, incluyendo el kilómetro 138 en dirección sur, debido a deslizamientos y accidentes, lo que ha añadido más caos a la situación. En Florianópolis, la SC-401, que conecta el centro con el norte de la isla, presenta severas congestiones por el agua acumulada y la gran cantidad de vehículos buscando refugio.
En cuanto al pronóstico, se prevén lluvias intermitentes hasta el lunes, aunque con menor intensidad. El domingo se anticipan acumulaciones de hasta 9 mm y tormentas eléctricas, mientras que las temperaturas podrían elevarse hasta 34°C para el lunes. Sin embargo, se estima que las lluvias regresen a partir del miércoles, aumentando el riesgo de nuevos deslizamientos en áreas montañosas y costeras.
Ante este alarmante panorama, las autoridades de Santa Catarina han hecho un llamado a la población y a los turistas para que extremen las precauciones, evitando desplazamientos innecesarios y manteniéndose informados sobre las alertas meteorológicas.