Según publicaron en sus redes sociales, La meta, aseguran, es aumentar la capacidad de suministro y garantizar un servicio más eficiente, especialmente en períodos de alta demanda como el verano.
Un avance significativo, pero insuficiente para algunos
Aunque se trata de una mejora tangible, para muchos vecinos el anuncio llega con una mezcla de esperanza y escepticismo. Durante años, las zonas beneficiadas han sufrido problemas crónicos de suministro, y la percepción generalizada es que estas soluciones llegan tarde y en un contexto de falta de inversión histórica.
“La nueva red es un paso adelante, pero hay que ver si será suficiente para cubrir las necesidades de todos los hogares, especialmente cuando el consumo de agua se dispara en los meses más calurosos”, comentó un vecino del Barrio del Lago.
El compromiso declarado y los retos futuros
Desde la CoSCaL se destaca que este proyecto es parte de un cambio de enfoque, priorizando soluciones estructurales después de años de postergaciones. Sin embargo, la recuperación de la confianza de los usuarios no será automática. Los vecinos señalan que, además de mejorar la infraestructura, es esencial garantizar un mantenimiento adecuado y una comunicación más fluida entre la cooperativa y la comunidad.
Mientras la CoSCaL celebra este logro, la expectativa está puesta en los próximos meses. Será entonces cuando los vecinos puedan evaluar si las obras realmente logran aliviar los problemas de suministro y si el compromiso con una cooperativa «más fuerte, moderna y eficiente», como señala el comunicado, se traduce en acciones concretas que impacten de forma positiva en la vida diaria de la comunidad.
La mirada está puesta no solo en los resultados inmediatos, sino también en las políticas a largo plazo para garantizar un servicio básico que sigue siendo un desafío constante en la región.