«Los peritos llevaron a cabo minuciosos estudios en el lugar y en el cuerpo de la difunta, identificada como Elizabeth Sosa, de 72 años. Según informes de fuentes policiales, no se hallaron signos de violencia ni en su domicilio ni en su cuerpo.
El médico policial de guardia emitió un diagnóstico sobre el estado del cuerpo, destacando un avanzado grado de descomposición, presencia de células bacterianas y gusanos en el cadáver a partir del quinto espacio costal sin tejidos. Ante esta situación, se solicitó la realización de una autopsia médico-legal para esclarecer las causas exactas del fallecimiento.
La fallecida, una jubilada reconocida por su labor como rescatista de animales, compartía su hogar en la calle Krause con cuarenta perros. Según los portavoces, existe la sospecha de que la mujer pudo haber sido devorada por sus propios animales.
Conforme al protocolo establecido, el cuerpo de Elizabeth Sosa fue trasladado a la morgue judicial para llevar a cabo las diligencias necesarias.»