La carne vacuna-tan demanda por parte de los argentinos-se encuentra en mínimos históricos, luego de que los precios subieran por encima del nivel general del IPC en los últimos meses.
No solamente la carne vacuna, también el valor del pollo, uno de sus productos sustitutos, creció todavía más: en mayo, acumuló una suba interanual del 86%.
En tanto, se destaca que los precios de los cortes vacunos subieron por encima de esas cifras en el último año. Tal como destacan desde el CEPA, el consumo de carne representa entre el 7% (en el GBA) y el 13,3% (noreste) en la conformación del IPC.
Según el último informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), en mayo, el precio del asado aumentó 5,5% mensual y la nalga se incrementó 5%.
“En los últimos doce meses los precios de todos los cortes cárnicos considerados en el IPC-GBA aumentaron a un ritmo superior al del nivel general, con excepción de las hamburguesas congeladas. El precio del asado registró un aumento de 62,2% anual, el de la carne picada, 63,3%, el de la paleta, 65,2%, el del cuadril, 66,7%, y el de la nalga, 67,2%”, mientras que, en el caso del pollo, se registró un incremento interanual del 86%, señala el relevamiento.
El incremento del pollo no se trata de un dato menor, debido a que hoy día–por una cuestión de precios- los argentinos consumen prácticamente la misma cantidad de carne bovina que aviar. Con este escenario, el aumento en el pollo afecta aún más a los sectores con menor poder adquisitivo que justamente cambiaron su dieta por su menor valor.
Al analizar las posibles causas de estos incrementos, desde el CEPA hicieron mención a una de las variables que son esgrimidas por los productores: una de ellas, es el aumento de los precios del maíz.
“El precio de la carne se integra, entre otros, por el costo de la vaca, el costo del ternero y el alimento con maíz. Por lo que estiman que la incidencia del maíz en el costo de Hacienda alcanzaría valores cercanos al 8% del costo total. Pero a pesar de estos datos, se observa una correlación estrecha entre precio internacional del maíz y precio de novillito. En efecto, si bien el maíz no resulta ser el único costo en la formación del precio de la carne en mostrador, lo cierto es que pareciera operar como valor de referencia para la determinación del precio final. En definitiva, el incremento del precio del maíz puede explicar una pequeña parte del incremento del precio de la carne vacuna”, explicó la consultora.
“Distinto es en el caso de la producción porcina y avícola, donde la incidencia del maíz resulta mayor. Para la Bolsa de Cereales, el maíz representa el 21% del precio (de Precios Cuidados) del pollo entero. Según la Universidad de San Martín (UNSAM) un incremento del 10% en el precio del maíz, redunda en un incremento del precio final (sin IVA) de casi el 3% en pollo, de 1,5% en cerdo y de sólo 1,25% en carne vacuna”, agregó el estudio.
Otros aspectos vinculados a la suba del pollo son la mano de obra y los costos por flete.