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“Si no me escapaba, me iba a matar a golpes”, dijo la novia del arquero Ríos

Uno de los arqueros del plantel de Guaraní Antonio Franco fue detenido en la jornada del lunes, acusado de darle una golpiza a su pareja en la calle 122 del barrio 2 de Abril de Posadas, paralela a la avenida Quaranta. Se trata de Rodrigo Ríos (30), quien además del proceso en su contra fue apartado del plantel, según informó oficialmente el club posadeño.

El hecho se viralizó mediante un hilo de Twitter del músico Lucas Brizuela, quien contó que junto a otro hombre ingresaron al terreno donde Ríos estaba golpeando a su novia y lograron liberarla. También trascendieron videos donde se lo ve al deportista con un hierro, totalmente enajenado.

El Territorio habló ayer con Marina (30), la víctima, quien contó detalles de lo sucedido y describió varias situaciones de violencia de género sufridas en los tres años que llevaba en pareja con el jugador. Empezó como violencia psicológica, celos y maltratos y fue escalando hasta situaciones como las ahora trascendidas.

“Luego de un año empezaron las tiradas de pelo, la tirada de cosas. En año nuevo me ahorcó hasta desvanecerme y me rompió toda la boca (tengo brackets) apretándome para que no grite”, narró.

Señaló que ya lo había denunciado en el pasado e incluso se dispuso una restricción de acercamiento. Sin embargo, no pudo romper ese círculo violento.

“Si yo no escapaba, él me iba a matar ahorcada o a golpes. Creo que me iba a matar ahorcada, yo no iba a salir de ahí viva si no podía abrir la puerta”, reflexionó sobre el ataque. Amplió que el acusado le dijo que la iba a enterrar en el patio de la casa con una pala  y que la acción de las personas que intervinieron le salvaron la vida.

La pareja no convivía, pero pasaban su tiempo juntos en el lugar donde ocurrieron los hechos, que es el sitio donde vive el arquero junto a su abuela. Luego de un fin de semana en el que Ríos fue titular en la victoria 3 a 1 de su equipo, el lunes ambos se fueron a desayunar. Allí empezó todo.

“Ya se enojó porque yo no me había tomado todo el café que había comprado. Eso lo enfureció”, precisó ampliando que “él tenía esos ataques”. Una vez que no comió la comida porque estaba llena se la tiró encima y puso dentro de la ropa interior.

Luego de esa situación, Ríos se fue a trabajar y ella le mandó un mensaje preguntándole qué pasaba. “Andate, no te quiero ver”, fue la respuesta. De todas formas, la mujer compró los ingredientes para hacer el almuerzo y se trasladó al lugar de los hechos, donde encontró todas sus cosas tiradas en el patio delantero. Las juntó y esperó al deportista, con la intención de hablar.

Cuando volvió “me dice -siguió su relato- ‘vení vamos a hablar dentro de la pieza. Entrá’, y traba la puerta. Y yo le dije: ‘¿Vos no me vas a pegar, no? Podemos hablar bien, decime qué te pasa’. Y él me dijo: ‘No, no te voy a pegar, te prometo que no te voy a pegar, sabés que si te prometo no te voy a pegar’”, amplió.

“Él traba la puerta y yo sé que no salgo más de ahí hasta que yo me quedé quieta y él se calme. Esas situaciones ocurrieron varias veces”, confesó. Y justamente fue eso lo que pasó, ya que el violento empezó un reclamo que -dijo- estaba motivado por los celos.

“Empezamos a discutir y en eso me pega una piña, me desvanezco, se sube arriba mío y empieza a insultarme y jalarme el pelo”, detalló.

Como con la puerta, Marina identificó varias conductas que se repitieron de ataques anteriores, como que el violento tiró todas sus pertenencias para que ella no pueda juntarlas y tenga que volver en otra oportunidad. Una vez incluso le arrojó una mochila al techo.

El deportista se valió de su superioridad física y entrenamiento para ejercer la violencia. “Me pateó las cosas y me pateó a mí. Yo intenté abrir la ventana de la pieza porque nadie me escuchaba. Yo gritaba y gritaba, pero él me tapaba, me tenía asfixiada y ahorcada”, amplió.

“Tengo una pala y te voy a matar, no dudes que voy a hacer eso. Te voy a enterrar”, detalló Marina que le decía.

Ríos buscaba el celular, que estaba en su bolsillo, porque quería revisarlo. Entonces Marina le dijo que estaba detrás de una mesita de luz y aprovechó que su agresor se agachó a buscarlo para destrabar la puerta, salir corriendo y ganar el patio delantero, siempre seguida por el violento.

“En eso él me caza, me aferré al portón y empecé a pedir auxilio, pero me arrastra otra vez hacia adentro. Unas mujeres llegaron ahí, pero no sabían qué hacer, yo pedía socorro, pero nadie se animaba a entrar, me miraban y nadie se animaba a entrar del miedo y por la violencia de él”, detalló.

“Como psicópata que es -continuó- me decía: ‘Tranquila, tranquila, anda a lavarte la cara, entrá’, mientras me arrastraba. Yo decía ‘tengo miedo, me vas a matar’, y pedía que por favor me saquen de ahí”.

Afuera la gente se empezó a amontonar y a filmar lo sucedido, pero nadie se animaba a intervenir.

Luego de varios minutos, Brizuela y otra persona ingresaron al lugar y, como pudieron, los separaron. A Ríos no le importó nada y volvió a tomar a su pareja hasta que finalmente ella pudo zafarse e irse a la calle. Allí se terminó desvaneciendo y fue asistida por los vecinos y las enfermeras del Caps del lugar.

“Me quería meter a la pieza para terminar lo que empezó”, declaró al ser consultada por cómo iba a terminar todo si no era asistida.

Marina agradeció el heroico accionar de los dos hombres y de los vecinos, quienes además se preocupan y mandan mensajes para saber cómo está.

Expresó que Ríos es una persona violenta en todos los ambientes  de su vida y que ya tuvo problemas en el club y en la empresa de comunicaciones en las que trabaja. Fuentes internas del GAF confirmaron esto y dijeron que años atrás ya tuvo altercados con otros jugadores del plantel.

Por el hecho interviene el Juzgado de Instrucción Siete de Posadas, a cargo del juez Miguel Mattos.

Ríos se encuentra detenido en una celda de la Comisaría Séptima y será trasladado en los próximos días -posiblemente el viernes- a declaración indagatoria. Allí será imputado y tendrá la posibilidad de dar su versión de los hechos.

Por otra parte, la mujer está siendo asistida y contenida por profesionales de la Policía de Misiones  y también desde el club se comunicaron para saber cómo está. Ya realizó la correspondiente denuncia y será citada a ratificar sus dichos ante el magistrado.


El comunicado de Guaraní tras la denuncia

Una vez que se conoció de manera oficial la detención del arquero del primer equipo de Guaraní Antonio Franco (GAF), Rodrigo Ríos (26), el club emitió un comunicado repudiando “cualquier tipo de violencia” y aclarando que “se evaluarán las medidas a tomar”.

El documento que lleva la firma de Patricio Vedoya, presidente de la entidad, dice: “La institución ha tomado conocimiento de los hechos denunciados, se puso en contacto y a disposición de la víctima y la Justicia, ratificando su compromiso absoluto para erradicar todo tipo de violencia”. 

Asimismo, anticipó que se hará un acompañamiento al futbolista mientras se evalúan las medidas a tomar.

Vedoya confirmó que Ríos fue separado del plantel.

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