Finalmente el hombre acusado de violar y embarazar en tres ocasiones a su hijastra, a quien abusó desde que era una niña, firmó un juicio abreviado por la pena de diez años de prisión, señalaron fuentes del caso.
El imputado admitió los hechos el pasado viernes a última hora ante el Tribunal Penal de Eldorado, evitando de esta manera el juicio oral que estaba previsto iniciar este lunes.
El acusado, un changarín de 66 años, estuvo asistido por su abogado y la medida judicial, que tiene como objetivo ahorrar tiempos procesales, se hizo en presencia del fiscal de dicho Tribunal, Federico José Rodríguez. Ahora los jueces deberán homologar el citado monto acordado por las partes, indicaron las fuentes.
El caso, publicado en exclusiva por PRIMERA EDICIÓN, salió a la luz el 27 de junio de 2019, cuando en un ataque de celos el involucrado intentó machetear a la víctima, que tomaba mate con un amigo. Fue allí que la joven, que en ese entonces tenía 20 años aprovechó la presencia policial para romper el silencio y relatar lo que había padecido a manos de su padrastro desde que tenía 12 años.
Denunció que producto de las violaciones reiteradas a las que fue sometida a lo largo de casi la mitad de su corta vida tuvo tres hijos. Todo esto quedó probado con las respectivas pruebas de ADN, indicaron las fuentes en base al expediente.
Esta pesadilla fue padecida bajo el seno familiar, en una humilde zona rural del municipio de Puerto Libertad, cercana al lago Urugua-í y conocida como colonia Tirica.
De esta manera el hombre llegó a debate, acusado formalmente por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente (varios hechos) en concurso real con el delito de amenazas con armas”, según consta en el auto de elevación firmado por el fiscal de Instrucción 3, Horacio Gabriel Paniagua.
Luego se estableció que producto de ello la víctima tuvo tres hijos, quienes al momento de intervenir la policía tenían 11 meses, 2 y 3 años, según las constancias judiciales. La víctima habría relatado que para que no dijera nada su padrastro le decía que la iba a matar a machetazos, a ella y a su madre.
La mayoría de las violaciones eran cometidas lejos de la vivienda familiar y de posibles testigos. Lo siniestro del accionar del abusador era que su excusa para llevar a la denunciante, en ese entonces menor, era la de salir a pescar. Allí aprovechaba para golpearla y someterla. Esto se reiteró durante años.
En 2015 tuvo a su primer hijo (ella tenía 16), mientras que cuando cumplió 18 tuvo el segundo y poco después el tercero, todos producto de las violaciones.