La reapertura de las fronteras en las últimas semanas, primero con Brasil y luego con Paraguay, generó fuertes expectativas en el sector comercial local, dado que la diferencia de precios en determinados productos favorecen a los negocios misioneros.
En este contexto, con un tipo de cambio que beneficia a los extranjeros, se apuntaría a una mayor demanda y consumo en Posadas, Puerto Iguazú y Bernardo de Irigoyen en rubros puntuales, como por ejemplo, la compra de alimentos y de combustibles.
Si bien hasta el momento no se notó un gran cruce tanto de brasileños como de paraguayos hacia el país, se espera que con el paso de los días el movimiento en los negocios locales vaya en aumento, en consonancia ante posibles flexibilizaciones en las exigencias sanitarias para el ingreso al país. Es que en los corredores turísticos, se exige el carnet completo de vacunación, el test de antígenos y el PCR negativo, cuyo valor en Paraguay y Brasil es costoso, hecho que desalienta por el momento los cruces.
Sobre este punto, el economista e investigador de la Fundación Mediterránea Gerardo Alonso Schwarz manifestó que “es una situación que, con el tipo de cambio actual, con la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue, termina beneficiando a los comercios de frontera argentina, y es una oportunidad”. Por ello, consideró que esta situación de diferencia de precios haría más barato determinados productos en la Argentina.
“El comercio fronterizo depende de la inflación de cada uno de los países. En la Argentina ha sucedido una devaluación muy grande que favorece a los consumidores paraguayos y brasileños a la hora de realizar compras en territorio argentino”, explicó.
Indicó que este escenario es similar al registrado entre el 2003 y 2004, cuando eran muchos los paraguayos y brasileños que se abastecían en supermercados y comercios de Posadas, Iguazú e Irigoyen dada la diferencia de precios. Es que con el cambio de pesos a real o guaraní, resultaba más barato en la Argentina, en medio de la salida de la crisis del 2001.
Luego, precisó que esta situación de diferencia a favor del comercio argentino es variable y que “a lo largo de la vida de la frontera hubo muchos vaivenes, que puede durar algunos meses o entre uno o dos años. Actualmente, esa vida de la frontera juega a favor de nosotros y eso nos obliga a pensar una manera de hacer la diferencia”.
Al mismo tiempo, destacó que la Argentina en general y Misiones en particular cuenta con medidas que apuntan a un mayor consumo local, entre los que se destaca la compra con tarjeta de crédito en cuotas sin interés y la vigencia de los programas Ahora Misiones, que ofrecen reintegros hasta 35%.
“Los productos disponibles en Posadas son prácticamente los mismos y hoy por hoy son más baratos en general, a excepción de algunos productos de electrónica, que son más baratos del otro lado por una cuestión de menor presión impositiva”, añadió.
Sobre los principales artículos de interés por parte de los brasileños y paraguayos, Alonso Schwarz afirmó que los combustibles lideran la lista de mayor demanda, dado que resultan más baratos en Argentina. Por ejemplo, en Posadas el litro de nafta premium se consigue a 106,90 pesos y en Encarnación a 9.950 guaraníes, que traducido a pesos, son 284 pesos, mientras que en Foz el costo del litro es de 6,25 reales, es decir, 193 pesos al cambio actual.
También mencionó que, en este contexto, parte del interés también radica en determinados productos de la canasta básica, como huevos, yerba, arroz, fideos y lácteos.
En lo que refiere a indumentaria, consideró que “es una cuestión que hay que tener en cuenta porque hay una diferencia en la calidad de la ropa y eso es fundamental, porque juega a la hora del precio, que capaz en los otros países no se distingue tanto. Aunque hay productos que son de buena calidad y que en el país se consiguen a precios accesibles”.
Por otra parte, subrayó que también habrá cruces de argentinos a Paraguay y Brasil, aunque serían mínimos. La búsqueda principalmente pasará por aquellos productos que no se consiguen en el mercado local, como también por la variedad de un mismo artículo.
“En Argentina hay varios productos que debido al cepo y la imposibilidad de conseguir dólares están faltando. Es por eso que convendría comprar cubiertas del otro lado de la frontera porque no se consiguen acá. Asimismo, también el consumidor busca algo distinto, y lo que tienen los otros países es esa diferencia, en la variedad de los productos. Capaz se busca esa campera que tiene más detalles, es diferente, y eso llama la atención y se busca. Siempre se va a generar el flujo de consumidores argentinos para buscar esos productos que no tenemos localmente”, aseveró el investigador.
Diferencias de un lado y del otro
Por su parte Carlos María Beigbeder, empresario e integrante de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), planteó: “En este contexto creemos que tenemos muchas posibilidades de que vengan muchos paraguayos a comprar a Misiones, ya que hay muchos productos muy competitivos y contamos con herramientas que, si vamos al otro lado, no habrá, como por ejemplo el Ahora Misiones, o que si se te rompe no vas a poder reclamar”.
En diálogo con El Territorio manifestó que hay muchas diferencias, sobre todo en lo que refiere a la calidad de los productos.
“Tenemos mucho potencial por delante y no solamente en lo que refiere a los comestibles y a los productos importados, sino también en el combustible que es sensiblemente más barato, por lo que en este contexto de reapertura habrá un mayor movimiento de los vecinos paraguayos y brasileños para comprar acá aquello que les resulta más económico que en sus propios países”, explicó.
Sin embargo, lamentó que el componente inflación sea un factor que pueda jugar en compra y disminuiría la brecha de precios, al indicar que “es una situación que puede durar poco para el comercio local”.
Recordó que una situación similar se dio entre 2003 y 2007 y durante algunos meses de 2011. Luego, la asimetría de precios jugó en contra del comercio misionero.
Y señaló que desde que reabrió el puente San Roque González de Santa Cruz, “todavía no hubo cruces de paraguayos para comprar acá, pero estimamos que en los próximos días el movimiento dejará de ser tímido, sobre todo porque son muchos los paraguayos que afirman que la Argentina está regalada”.
Calculadora de precios
El martes, cuando se reabrió el puente, el equipo de El Territorio cruzó a Encarnación para relevar precios en el circuito comercial.
Por ejemplo, un aceite de 900 mililitros en Paraguay se compra a 14.700 guaraníes, es decir, a 420 pesos, mientras que en Posadas cuesta 249 pesos. En tanto, el kilo de arroz sale 6.500 guaraníes, lo que al cambio actual equivale a 185 pesos, y en el país se vende a 106 pesos.
La leche de un litro se compra a 5.100 guaraníes, es decir, 145 pesos, mientras que en la capital provincial se consigue a 106 pesos.
Una de las mayores diferencias radica en el importe del kilo de harina leudante, que en Argentina se compra a 92 pesos en los negocios, mientras que en Encarnación, a 7.800 guaraníes, equivalente a 222 pesos. Y el kilo de yerba de un kilo sale 17.500 guaraníes (500 pesos), mientras que en el país, 420 pesos.
La carne para asado en Paraguay cuesta 1.600 pesos el kilo y en Posadas, 760 pesos aproximadamente.
Pero lo más buscado, y con la mayor diferencia de importes, es en los combustibles. En Posadas, por ejemplo, el litro de nafta premium sale 106,90 pesos, mientras que en Encarnación, 284 pesos (9.950 guaraníes). En tanto, la súper en la tierra colorada se consigue a 93,70 pesos y del otro lado del Paraná, a 194 pesos (6.810 guaraníes). Y el diésel, 87,90 pesos y 180 pesos (6.330 guaraníes).
Tanto en Puerto Iguazú como en Bernardo de Irigoyen el foco está puesto en el arribo de brasileños para reactivar la economía de esos municipios, ya que la diferencia de precios juega a favor de la Argentina por sobre Brasil.
Si bien hasta el momento no se observó el cruce masivo de brasileños, ya que se exige el PCR negativo para efectuar el paso al país, desde el sector comercial aguardan con expectativas un mayor movimiento porque resulta más barato comprar determinados productos en Iguazú e Irigoyen que en Foz o Dionisio Cerqueira.
“Muchos productos seducen a los brasileños por el bajo costo y el combustible es el que lidera la lista de productos que les conviene llevar de acá. Hay otros productos, como la carne, que está casi al mismo precio. Sin embargo, no se puede comparar la calidad de la carne argentina”, explicó Joaquín Barreto, de la Cámara de Comercio.
En esta línea, aseguró que al brasileño le conviene adquirir comestibles, combustible y disfrutar de la gastronomía en general en Iguazú. No obstante, reconoció que existen varios productos que conviene adquirir en Foz de Iguazú, como la indumentaria y la venta de calzados. “Es un rubro que nosotros no podemos competir. Calzados e indumentaria es imposible por el costo y por la calidad de los productos que se encuentran del otro lado del puente”, remarcó.
Según relevó este matutino, se observó una diferencia de precios en buena parte de los productos entre Iguazú y Foz, teniendo en cuenta la cotización de 1 real equivalente a 31 pesos.
Por ejemplo, un kilo de arroz en Iguazú se vende a 110 pesos, mientras que en Foz se consigue a 133 pesos (4,29 reales). En tanto, el aceite está a 229 en la Ciudad de las Cataratas y en Brasil a 230 pesos (7,29 reales). Y el aceite de oliva se compra en la Argentina a 510 pesos, mientras que del otro lado del puente, a 682 pesos (22 reales).
El kilo de nalga, en tanto, en Iguazú se consigue a 980 pesos y en Foz a 1.302 pesos (42 reales). La harina leudante por kilo se vende a 75 pesos a nivel local y sale 124 pesos (4 reales) en Foz.
Una de las mayores diferencias radica en la docena de huevos: en Iguazú 120 pesos y en Foz, 217 pesos (7 reales).
En lo que respecta a las naftas, el litro de premium y súper se consigue a 108 y 95 pesos y del otro lado a 193 y 132 pesos, respectivamente. Por la diferencia, ya hubo algunos taxis cargando combustibles.
En tanto, en Irigoyen, la cotización del real oscila entre 30 y 32 pesos. En este sentido, los brasileños llegarían a los comercios irigoyenses por productos comestibles en general, gas, combustible, productos de limpieza y prendas de vestir, además de vino, aceite de oliva, perfumería, cosmética, chocolates y alfajores.
En un relevamiento en ambos lados de la frontera se pudo observar la gran diferencia de precios en distintos productos. Por ejemplo, en Brasil, el kilo de arroz cuesta entre 180 y 200 pesos y en Argentina, entre 115 y 120 pesos. Los fideos por 500 gramos en Brasil se encuentran por encima de los 90 pesos y en Argentina, desde los 45.
En la harina, en tanto, los precios son 130 y 100 pesos, respectivamente. El aceite por 900 mililitros se vende de a 300 pesos en Dionisio, la leche cuesta 120 pesos y la docena de huevos, 180.
Otra de las diferencias radica en el kilo de carne de asado, que en Brasil llega a los 980 pesos y en Irigoyen se vende a 700.