La industria de alimentos y bebidas a nivel nacional, nucleada en la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), emitió en las últimas horas un duro comunicado en el que manifiesta su “preocupación” respecto a la Resolución 170/2021 del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), donde se establece un límite a la expansión de nuevas plantaciones de yerba mate.
Desde el sector aseguran que esta decisión “generará una fuerte presión alcista en los precios de las materias primas, que se suman a los sucesivos aumentos de la yerba mate de los últimos cinco años, perjudicando tanto a elaboradores, comercializadores y consumidores. Asimismo, se afectará la competitividad de las exportaciones en relación con productores de Brasil y Paraguay, que continuarán produciendo yerba sin limitaciones, teniendo la posibilidad de aumentar la oferta y disminuir sus precios”.
“Esto no solamente disparará los precios locales, sino que disminuirá la entrada de divisas por ventas al exterior y se reducirán las inversiones, poniendo en riesgo los niveles de empleo y actividad económica del sector”, advierten.
“Limitar las plantaciones y reducir la oferta atenta contra un sector que posee un gran potencial en Argentina, generando un verdadero perjuicio a toda la cadena de valor vinculada a la producción de yerba mate y en consecuencia, al consumidor. En lugar de potenciar las economías regionales, este tipo de decisiones vulnera la sustentabilidad de esta industria”, consideró Carla Martin Bonito, directora ejecutiva de COPAL.
La medida del INYM fue duramente cuestionada por la industria en Corrientes, donde incluso amenazan con llevarla ante la Justicia, pero respaldada por los productores misioneros. Desde el Instituto yerbatero argumentaron que lo que se busca con esta limitación es poner freno a “grandes grupos económicos” que “quieren plantar mil o dos mil hectáreas”, lo cual distorsionaría el mercado y complicaría la supervivencia de los pequeños colonos.