Luego de que la petrolera YPF decidió subir por quinta vez en el año los precios de sus combustibles, un 4,5% promedio en el país, Shell y Puma adoptaron el mismo camino. Desde temprano, los surtidores de YPF se ajustaron: a la entrada en vigencia de dos impuestos, la petrolera bajo control estatal le sumó una mejora en sus márgenes de comercialización.
En la ciudad de Buenos Aires y parte del conurbano, el ajuste llegó al 5,5%, porque la compañía informó que busca «acortar las brechas entre el AMBA y el resto de las provincias».
En el caso de YPF, el litro de nafta súper subió de $63,60 a $67,10; la premium (Infinia) de $73,40 a $77,40; y el gasoil de $59,40 a $62,70.