En declaraciones exclusivas a PRIMERA EDICIÓN, la suboficial a la que reimplantaron las manos dio su versión y describió las circunstancias por las cuales resultó con graves lesiones producto de un disparo de escopeta que un oficial compañero de su división efectuó el lunes por la noche en Garupá.
Desde su lugar de internación en el Hospital Madariaga apuntó: “Primero tomó mi teléfono sin autorización. Publicó una foto en Facebook y le dije que eso no podía hacer. Como no había buen internet no la podía eliminar y estaba muy molesta, enojada, en ese momento vino lo peor”, relató la mujer que tiene ocho hijos y lucha para no perder su mano izquierda.
Aún en recuperación y con incertidumbre por lo que pasó, decidió brindar su versión y se espera que en un futuro lo pueda hacer también en el ámbito judicial o ante las autoridades respectivas de la Policía de Misiones.
“Yo limpiaba la guardia (destacamento Comando Radioeléctrico del barrio Santa Clara) y el oficial de servicio agarró mi teléfono sin pedirme autorización. Publicó una fotografía y eso me puso mal, me enojé por la falta de respeto. Cuando vio que no podía eliminar la publicación, me dijo ahora vamos a arreglar esto y cargó la escopeta porque justo volvían de una comisión. Me apuntó y disparó, no fue un accidente”, continuó con su relato conmocionada por recordar el instante.
“Tenía el celular en la mano y sentí como impactó el disparo, el teléfono explotó literalmente y yo me quedé gritando por los dolores en ambas manos, las miraba y tenía todos los dedos colgando, me asusté mucho”, agregó.
Además, la sargento confió que en ese momento, el agresor “llamó al centro de comunicaciones e informó que en la dependencia hubo un accidente y me llevaron al hospital para curaciones pero que no era nada grave, y no era así, al contrario”.
El hecho ocurrió el martes a las 0.30 aproximadamente, como lo publicó oportunamente este Diario.
De guardia
La suboficial estaba en la guardia de prevención del Comando Radioeléctrico dependiente de la Unidad Regional X, cumpliendo con la labor de fajina, donde se desempeña como jefe de guardia.
En esas circunstancias, un compañero, de mayor jerarquía (oficial de servicio), supuestamente en “broma” y para “borrar una foto” tomó una escopeta Bataan 71 calibre 12 con cartuchos de estruendo, y efectuó un disparo que provocó la explosión del teléfono celular de la sargento y por ende lesión en ambas manos.
Ahora será la Justicia la encargada de determinar si fue o no un accidente.
El oficial continúa trabajando aunque durante las últimas horas, desde el Juzgado de Instrucción 3 de turno en la Primera Circunscripción Judicial, le notificaron la investigación que lo tiene como sospechoso del delito de “lesiones graves” y las autoridades policiales le retiraron su arma reglamentaria y pusieron en disponibilidad. Además secuestraron una escopeta, cuatro cartuchos y todo el personal que estuvo de guardia ese día fue citado a declarar.
Como consecuencia de las lesiones, a la víctima le reconstruyeron una mano, la izquierda, por completo. En la derecha en tanto, los cirujanos le reimplantaron dos dedos. Su estado es reservado aún y atraviesa horas clave para evolucionar y evitar una amputación.