
En un contexto económico complejo, donde muchas familias buscan alternativas para generar ingresos y sostenerse, la formación en oficios se vuelve una herramienta clave. En Candelaria, la Escuela para Jóvenes y Adultos N°29 es un claro ejemplo de cómo la educación puede transformarse en una oportunidad real.
El taller de Corte y Confección, dirigido por la profesora Paola Contrera, se ha convertido en un espacio que va más allá del aprendizaje técnico. Allí, decenas de mujeres encuentran no solo la posibilidad de capacitarse profesionalmente, sino también un entorno de contención, amistad y superación personal.
💬 “A pesar de la crisis, Paola sigue enseñando con amor, empeño y dedicación. Nos transmite la pasión por el oficio y nos demuestra que siempre se puede salir adelante”, contó una de las alumnas.
Durante la Semana del Adulto, las exposiciones del taller reflejaron ese espíritu: prendas elegantes, vestidos de fiesta y creaciones únicas hechas con materiales reciclados o recursos mínimos, mostrando que con creatividad y esfuerzo se pueden lograr grandes resultados.
Muchas de las egresadas, como Marta, hoy tienen su propio taller de costura en casa o una pequeña tienda, donde ofrecen sus confecciones y realizan arreglos para vecinos.
💬 “Antes cosía a mano, ahora con lo que aprendí puedo hacer ropa para vender. Es una salida laboral que me da independencia y orgullo”, expresó.
El trabajo de la docente y sus alumnas demuestra que capacitarse no es solo aprender un oficio, sino abrir puertas al futuro, construir autoestima y fortalecer la economía familiar.
La Escuela N°29 continúa así cumpliendo un rol fundamental en la comunidad: ser un lugar donde el conocimiento se convierte en oportunidad y donde cada puntada, cada prenda y cada proyecto son una muestra de que la educación transforma vidas.





