
En las horas posteriores a la culminación de las elecciones nacionales, el dólar oficial en Argentina experimentó una fuerte alza, llegando a cotizarse al borde de los $1.500, según reporta el medio especializado. Esta suba responde al clima de “euforia post-electoral” que impulsó operaciones de cambio y expectativas en el mercado financiero.
La subida colocó al tipo de cambio muy cerca del techo de la banda de flotación cambiaria vigente, lo que generó alertas en analistas económicos que advierten sobre posibles intervenciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para contener el avance de la divisa.
El repunte se produce en un contexto donde la estabilidad del peso argentino depende en gran medida del respaldo a las políticas económicas del gobierno y de su capacidad para consolidar reservas internacionales. La reacción de la moneda refleja el impacto que la “ventana electoral” tiene sobre las expectativas de inversores y ahorristas.




