El enfrentamiento entre el seleccionado argentino y el chileno se fue convirtiendo, más allá de rencillas políticas añejas, en un duelo particular. El motivo fueron las dos finales de Copa América consecutivas, en 2015 y 2016, que Chile se adjudicó en definición por remates desde el punto del penal.
Las diferencias se potenciaron por lo que ocurrió en 2019, también en la Copa, cuando en el partido por el tercer puesto fueron expulsados Lionel Messi y Gary Medel, por una pelea que protagonizaron en el campo de juego.
La primera de aquellas finales fue ante un rival que exhibió un gran nivel. El equipo era comandado por Jorge Sampaoli, y después del empate sin goles se impuso 4-1 en los penales, en el estadio Nacional de Santiago.
Argentina venía de caer un año antes en la final de la Copa del Mundo de Brasil, ante Alemania, y los cuestionamientos fueron feroces para el conjunto nacional. Inclusive, el propio Messi era uno de los más apuntados por el público.
La Copa América del Centenario se realizó en Estados Unidos. El seleccionado, a pesar de los problemas dirigenciales que atravesaba la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se las ingenió para acceder a un nuevo encuentro decisivo. El rival volvía a ser Chile, y el desenlace fue idéntico al año anterior: los dirigidos ahora por Juan Antonio Pizzi ganaron 4-2 en los penales. El partido se jugó en el mismo estadio que este duelo de ayer por el Grupo A: el MetLife de Nueva Jersey.
La sorpresa fue más grande cuando Messi anunció ese mismo día que se retiraba de la Selección, a partir de las frustraciones que había vivido en cadena. «Ya está. Se terminó para mí la Selección», soltó el capitán. Y agregó: «Ya lo intenté mucho, me duele más que a ninguno no poder ser campeón con Argentina, pero es así, no se dio y lamentablemente me voy sin poder conseguirlo».