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El dólar está bajo fuego cruzado y la Bolsa se puso a la defensiva

Las acciones de la bolsa porteña sufrieron una ola de venta de activos. El índice MerVal perdió casi 5 por ciento. El blue y los dólares financieros registraron una jornada de fuerte especulación. La cotización de la divisa ilegal subió este martes 30 pesos y terminó en 1265 pesos.

El dólar blue y los dólares financieros registraron una jornada de fuerte especulación. La cotización de la divisa ilegal subió este martes 30 pesos y terminó en 1265 pesos. El último mes aumentó más de 200 pesos. El contado con liquidación se ubicó por encima de 1310 pesos y en los primeros dos días hábiles del mes ya aumentó más del 5 por ciento. El vértigo financiero volvió a la city porteña.

Las acciones de la bolsa porteña sufrieron una ola de venta de activos. El índice MerVal perdió casi 5 por ciento y hubo empresas que bajaron alrededor del 7 por ciento. Las acciones argentinas en la bolsa de Nueva York también tuvieron una jornada para el olvido con pérdidas que para algunas firmas superaron el 8 por ciento.

El mercado tiene cada vez más incertidumbre sobre el programa económico, sube la brecha cambiaria y se desploman los activos bursátiles. Se trata de una tendencia que se observa no solo en las acciones sino con los bonos soberanos. Los títulos acumulan baja de hasta 8 por ciento en el mes y el riesgo país se ubica al borde de 1500 puntos.

El optimismo de los primeros meses de este año con las políticas de ajuste del gobierno parece haberse esfumado. Durante las últimas semanas volvieron los movimientos abruptos de precios, con caídas impactantes en el mercado de valores y presiones sobre los dólares operados en la bolsa. También en el dólar blue.

Uno de los principales problemas que empieza a plantearse entre los inversores es que más allá de lo discursivo no se observa una hoja de ruta clara. Algunos de los puntos que más preocupan se vinculan con la falta de divisas para hacer frente al pago de deudas en moneda extranjera a mediano plazo, a la dificultad del equipo económico para sostener el superávit fiscal en un ciclo de megarecesión y a los desacuerdos políticos.

Otro de los factores que provocan incertidumbre en el mercado se relaciona con la tendencia de la inflación. Si bien en los últimos meses bajó desde el 25 por ciento que se registró en diciembre, la desaceleración parece haber encontrado un límite. Algunas de las estimaciones privadas muestran que productos claves como alimentos y bebidas en las últimas semanas volvieron a registrar aceleración de precios.

Muchos economistas con llegada directa al mercado plantean que las cifras del 5 por ciento que marcarían la inflación de mayo resultan muy difíciles de continuar bajando hacia adelante y que la política actual de tipo de cambio oficial (con una tasa de devaluación de 2 por ciento mensual) provoca una encrucijada al gobierno. Con estos precios es cada vez más difícil pensar que no habrá devaluación en los próximos meses.

Una muestra de las apuestas por una nueva corrección del tipo de cambio oficial aparece en el comportamiento del complejo agropecuario. Los últimos datos de las cámaras que representan a los exportadores de oleaginosas y cereales indicaron que el campo se mostró reticente a liquidar la cosecha el mes pasado.

Para los exportadores, más allá de la posibilidad de liquidar el 20 por ciento de las ventas al tipo de cambio financiero, el dólar oficial dejó de ser atractiva. Consideran que el Gobierno tiene pocas reservas internacionales y que más temprano que tarde, a pesar de no mover los controles cambiarios, tendrá que hacer una devaluación.

Las apuestas del complejo agropecuario se intensifican porque las reservas del Banco Central siguen sin consolidarse. Buena parte de la suba de reservas netas de los últimos meses es nueva deuda acumulada con importadores que habrá que pagar con dólares en los próximos dos o tres años. Se estiró el problema pero no se resolvió.

Por otro lado, la posibilidad de acceder a divisas frescas de los organismos internacionales por el momento luce lejos de volverse una realidad y sino eso es difícil la vuelta a los mercados de deuda globales. Al margen de los viajes para reunirse con grandes multimillonarios del mundo, el equipo económico no logra cerrar acuerdos de inversiones productivas o financieras relevantes. Como ocurre siempre en la Argentina, sin dólares y con promesas de abrir controles cambiarios que pierden credibilidad todos los caminos conducen al regreso de la volatilidad.

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