Ruidazos, cacerolas y protestas en todo el país minutos de después de la cadena nacional
A diez días de su asunción, el gobierno del presidente Javier Milei tuvo su primer cacerolazo. Minutos después de la primera cadena nacional en la que anunció que su gobierno arrasará con miles de derechos y no respetará la división de poderes, miles de argentinos salieron a sus balcones y a las veredas de la Ciudad, provincia de Buenos Aires y otras provincias del país a gritar, aplaudir, hacer ruido con cacerolas y tocar la bocina para manifestar su enojo y rechazo a las políticas anunciadas. Al cierre de esta nota mientras algunas caravanas se dirigían al Congreso, volvía a escucharse en la calle el «Que se vayan todos«, en un nuevo aniversario del 20 de diciembre y el día en el que se inauguró el protocolo antipiquete contra la protesta.
«¡Che boludo, che boludo, ahora el protocolo se lo meten en el culo!», cantaban en la esquina de Acoyte y Rivadavia cerca de la medianoche. Cortada por la policía, la calle copada por vecinos de generaciones distintas, ancianos, adultos, jóvenes que no habían nacido hace veinte años, continuaban con los cantos mientras avisaban a golpe de cacerola: «Ahora en caravana nos vamos al Congreso, nos vamos al Congreso». Y se oía: «Que se vayan todos, que no quede ni uno solo».
«Después del decreto por cadena nacional se hace ruidazo. No nos van a sacar ni un derecho más», comenzaron las cadenas por whatsapp y las redes sociales antes de que terminen los anuncios del líder de la Libertad Avanza y así fue. El ruidazo se replicó en los barrios porteños de Monserrat, Caballito, Boedo, Villa Crespo, Palermo, Colegiales, Belgrano, Once, Villa Urquiza, Balvanera, San Telmo, Flores y también en algunas provincias como Santa Fe y Mendoza. Rosario y Mar del Plata fueron unas de las que más convocaron. En la Ciudad de Buenos Aires algunos salían por los balcones, pero otros bajaban y cortaban la calle.
«Salgo porque esto es volver al pasado porque significa miseria para mucha gente. Es una forma de manifestar la angustia y el temor que tenemos todos. Esto no es democracia», expresó una de las manifestantes en el barrio de Monserrat. Una pareja de jóvenes que también salió a expresar su enojo y desesperación agregó: «Nos preocupa el futuro. Nosotros alquilamos y no sabemos cómo vamos a hacer. Ya no se puede ir ni al supermercado por lo caro que está todo. Al final no había ninguna política contra la casta sino contra nosotros, los que trabajamos».
Un señor de unos 50 años que se manifestó en Medrano y Rivadavia, mientras todos cantaban de fondo «Milei, basura, vos sos la dictadura», dijo a C5N «sinceramente es una vergüenza. Parece que la casta somos la clase trabajadora y los que no tenemos nada. Le vendieron pescado podrido a gente que lo votó con confianza. Hay muchos que todavía no se dieron cuenta pero esto es terrible». Otro de los presentes añadió: «Soy abogado, estudié en la UBA y es una vergüenza lo que está haciendo Milei. Un presidente no puede modificar cosas tributarias. ¿Para qué está el Congreso? Es indignante porque a partir de ahora la Argentina es de los privados y de los extranjeros».
También hubo manifestantes que a la noche ya habían llegado al Congreso de la Nación. Muchos de ellos lo hacían con remeras de Argentina y algunos con carteles que decían «ajustazo contra el pueblo». Estas salidas espontáneas se multiplicaron luego de una jornada de movilización que temprano había copado la Plaza de Mayo por parte de las organizaciones de izquierda como el Polo Obrero, que recordaron el aniversario de la represión del 20 de diciembre del 2001.
La respuesta no tardó en llegar de manera provocadora desde el lado de los libertarios, el encargado de las redes sociales de Javier Milei, Iñáki Gutiérrez, escribió en sus redes sociales: «A los cinco payasos que sacaron las cacerolas que tenían guardadas hace 4 años, no les da vergüenza hacerse los picantes siendo que se callaron 200 por ciento de inflación, 63 por ciento de pobreza infantil, dólar a $1000 e indigencia del 10 por ciento? Caretas».
En los comentarios le respondieron: «Iñaki, se están poniendo el país de sombrero solitos. Son unos incompetentes. Tenían la oportunidad de hacer algo distinto y vienen con los planes de la dictadura». Otra usuaria le replicó: «¿Y derogar la ley del fuego cómo ayuda a bajar la pobreza?» Luego de 15 minutos Gutiérrez borró el tweet.
El que publicó en sus redes y no borró el escrito, más allá de las respuestas con insultos que recibió, fue el legislador «libertario», Ramiro Marra. «Uno de los días mas felices de mi vida VIVA LA LIBERTAD CARAJO!!!!», escribió. «No se puede ser feliz con el sufrimiento de la gente», le replicaban algunos usuarios y le compartían videos de cacerolazos en sus ciudades, como uno de ellos que le envió uno de Mar del Plata.
En X se hicieron tendencia Hashtags como #Cacerolazo o #ParoNacional. También se sumaron otros a favor de Milei: #GraciasMilei o #MiGobierno. Otros, decían: «Vamos Milei, desregule todo». Y: “Milei consiguió que la empresa Starlink de Elon Musk venga a invertir. La Argentina volverá a ser potencia. Qué bien que puse el voto».
Al ritmo de las redes, también hubo intercambios de balcón a balcón. En la Ciudad de Buenos Aires algunos salieron a apoyar al Gobierno. Gritaron a los autos que tocaban bocina y a sus vecinos con las cacerolas. «Aguante Milei kukas», decían mientras hubo quien respondió con espíruto militante: «Callate. No vas a poder ni pagar el colectivo para ir a trabajar».