Testigos presenciales fueron clave para resolver el caso.
El 5 de octubre de 2019, la comisaría de El Soberbio recibió un llamado alertando sobre la presencia de un cadáver al costado de la ruta provincial costera 2. Una vez en el lugar, la comisión policial constató el hecho e identificó a la víctima como Rodrigo Alves (35).
El cuerpo estaba a pocos metros del asfalto y sobre la maleza. Tras la primera observación del médico policial quedó descartado que se haya tratado de un siniestro vial, ya que la víctima presentaba una herida de bala en la nuca, un profundo corte en la cabeza y lesiones.
Tras las pesquisas de rigor fueron detenidos dos brasileños, Luis André Konrath (37) y su padre Ronaldo Konrath (64), sindicados como los autores materiales del hecho.
También fue imputada Carina Silveira Dos Santos (19), pareja del menor de los Konrath.
A casi tres años del homicidio, en la jornada de hoy -desde las 8.30- los tres serán juzgados por el Tribunal Penal Uno de Oberá. Se prevé la presencia de cinco testigos, tras lo cual se daría lugar a los alegatos y la sentencia.
Padre e hijo están acusados de homicidio triplemente agravado por alevosía, premeditación de dos o más personas, por uso de arma de fuego y amenazas, delito que contempla la máxima pena.
En tanto, la mujer fue imputada por encubrimiento agravado y llegará al debate en libertad.
La instrucción estuvo a cargo del Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, instancia en la que se probó que los Kunrath emboscaron y mataron a Alves. Silveira Dos Santos habría colaborado para hacer desaparecer la motocicleta con la cual se movilizaba la víctima.
Testigos presenciales
En las primeras averiguaciones del caso se determinó que Alves le pidió prestada la moto a un amigo porque quería visitar a su mamá en Paraje Capibara. Luego la progenitora señaló que ese día su hijo no estuvo con ella.
En la continuidad de la pesquisa la Policía dio con dos personas que resultaron ser testigos presenciales del homicidio. Contaron que estuvieron en la vivienda de los Konrath en Colonia Paraíso, donde faenaron un chancho.
Indicaron que alrededor de las 17 el dueño de casa mandó mensajes de texto y un rato más tarde llegó un hombre en moto, el cual se dirigió al corredor de la casa y se abrazó con la joven que era pareja de Luis, quien llegó por detrás y le disparó en la nuca.
Luego, padre e hijo remataron a la víctima con una maza y un machete. También amenazaron a los testigos.
En primera instancia escondieron el cuerpo de Alves en el baño de la casa y más tarde lo cargaron en un Chevrolet Corsa para deshacerse del mismo.
En tanto, Silveira Dos Santos se encargó de trasladar la moto hasta la ruta. Las pericias posteriores hallaron rastros de sangre en la casa y en el baúl del coche.