El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (Cesane), Faruk Jalaf, recordó que en Misiones se aplicaron meses atrás subas mayores a los combustibles. Esto en comparación con los valores de referencia de YPF que en Capital Federal dejaron actualmente a la nafta súper en 109,9 pesos el litro. “Sigue siendo más caro el combustible que se manda para Misiones que el que se vende en Buenos Aires. Hay casi un 20% de diferencia. No tiene que ver tanto con ser zona de frontera, porque hay provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba que están con valores muy similares a nuestra provincia”, comentó el directivo desde Eldorado. Agregó que “en Misiones en vez de aplicarnos un incremento del 10% como en Buenos Aires, la suba fue de casi el 20%. Menos en Posadas que sigue siendo más barata que el interior provincial”.
Recordó que los valores de los combustibles en las estaciones que no son de YPF fueron elevando diferencias por la necesidad de cuidar el valor de reposición de los combustibles. “Los precios de las estaciones privadas se han ido moviendo. Cuando la oferta era muy grande los precios eran similares a YPF. Y eso ocurría porque casi no había consumo, pero siempre Shell o Axion fueron más caras que la petrolera estatal”, detalló Jalaf.
Observó que las diferencias de valores, donde son más caros los combustibles de petroleras privadas, se dan por el manejo de los productos. Así diferenció que en YPF hay un sistema de consignación, donde los productos son de la petrolera y los dueños de estaciones operan sólo como intermediarios.
Diferente es el caso de las petroleras de otras marcas, que reciben el combustible en venta directa y allí los dueños de las estaciones deben financiar estas compras con la venta diaria en su actividad. “Es un capital de giro peligroso, si se da un aumento de precios y nos agarra con los tanques vacíos, debemos poner un capital extra para mantener el poder de compra. De lo contrario se traen menos litros y se termina perdiendo capital”, explicó el representante de los estacioneros.
Menor rentabilidad
Jalaf remarcó que en los últimos años vienen enfrentando costos crecientes por la inflación que no pueden sostener con el porcentaje de venta que les ofrecen las petroleras. “En las ventas el porcentaje que queda para las estaciones es mínimo, cerca de un 8% y es un porcentaje que se ha mantenido en los últimos 20 años.
Pero ahora tras la pandemia, después de absorber todos los costos de estar abiertos, con bajas ventas y luego con la inflación creciente, el saldo que nos queda es insuficiente. Hay costos de servicios, mantenimiento de estructuras que son muy difíciles de mantener”, explicó.
