«Las declaraciones de gendarmes confirman cómo, bajo el pretexto de custodiar la Embajada argentina en La Paz, (Mauricio) Macri y (Patricia) Bullrich los utilizaron como mulas para contrabandear un arsenal para apoyar el golpe de Estado en Bolivia», señaló Soria al referirse al testimonio que dieron en el sumario el jefe del Grupo Alacrán, Fabián Salas, y el exdirector de Logística de la fuerza Rubén Yavorski.
Los dichos de Salas, quien en aquel momento se encontraba a cargo del grupo de elite de la Gendarmería, y de Yavorski, exdirector de logística de la fuerza, fueron revelados ayer por el diario Página/12 en una nota en la que se consignó que ambos habían relatado que el Grupo Alacrán viajó a La Paz sin contar con un «plan de operaciones» para su actuación, lo que implicaría un incumplimiento de los reglamentos de la fuerza.
«El avance de la causa vuelve a mostrar lo que son: cínicos y peligrosos que se llenan la boca hablando de la República pero, cuando no estaban espiando gente o endeudándonos a todos, estaban apoyando militares golpistas», subrayó hoy el titular de la cartera de Justicia desde sus redes sociales.
El sumario interno ya está en manos del juez en lo penal económico Alejandro Catania y del fiscal Claudio Navas Rial, quienes tienen a cargo la causa por contrabando agravado que investiga el viaje a La Paz del grupo de gendarmes, que se concretó dos días después de que Morales renunciara al gobierno, luego de que el entonces jefe del Ejército, Williams Kaliman, ignorara la cadena de mandos y pidiera públicamente su dimisión.
La Justicia en lo penal económico apunta a confirmar si, en aquel viaje, se trasladaron desde la Argentina 70.000 municiones antitumulto calibre 12/70 y otros pertrechos para la represión, para lo cual analiza una serie de reuniones del máximo nivel del entonces gobierno de Cambiemos, realizadas en las horas previas a la partida del avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina.
La declaración en el sumario interno de los gendarmes sumaría un elemento comprometedor respecto del rol del entonces titular de la fuerza, Gerardo Otero, por la falta de un «plan de operaciones» para los efectivos que viajaron a Bolivia pero también porque en noviembre de 2019 el Grupo Alacrán hizo otro viaje, en este caso a Chile, pero que se concretó a través de un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas.
En la causa ya están imputados Otero, Macri y Bullrich, pero también el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el exministro de Defensa, Oscar Aguad; el excanciller Jorge Faurie y el exembajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García.
La llegada al aeropuerto de El Alto del material represivo fabricado en Argentina fue detectada por la actual administración de Bolivia, que encabeza el presidente Luis Arce, del Movimiento al Socialismo, cuyo canciller, Rogelio Mayta, denunció formalmente en julio pasado que la gestión de Macri envió pertrechos para colaborar con la represión a los simpatizantes de Morales en noviembre de 2019.