La recuperación de la actividad industrial en nuestro país en lo que va de 2021 es una de las más importantes que se verifican a nivel global, en un ranking en el que se encuentra por detrás de China, de acuerdo a un comparativo elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) que incluye también a Brasil, España, Francia, Italia, India, México, Alemania, Japón, Chile y Estados Unidos.
Las principales razones que explican este desempeño son «el giro en la política industrial, la baja de las tasas de interés que generó una ecuación de costos más favorable, la crisis de los semiconductores en la industria automotriz global, y la brecha cambiaria que impulsó la demanda de bienes durables», dijo a Télam el director del CEP XXI, Daniel Schteingart.
En julio de 2021 la producción fabril fue 5,6% mayor a la del mismo mes de 2019 y de 3,8% respecto al igual período de 2018, según estadísticas del Indec.
En contraste, el CEP XXI -centro de estudios que funciona en la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo- precisó que en Brasil la producción manufacturera cayó 1,5% entre julio de 2019 e igual mes de 2021, en España, -5,4%; en Francia, -10,4%; en Italia, -4,5%; en India, -2,1%; en México, -3,0%; en Alemania, -9,0%; y en Japón, -6,2%.
Asimismo, si bien Chile y Estados Unidos mostraron crecimientos del 2,8% y del 0,9%, respectivamente, ambos guarismos estuvieron por debajo de la marca de Argentina.
De los países analizados por el CEP XXI, solamente China se posicionó por encima en el nivel de actividad industrial en igual período, con un alza del 11,5% en julio.
Desagregando por sectores, el centro de estudios destacó que «de 11 ramas, en todas el desempeño argentino fue mejor al del promedio de los países mencionados entre julio de 2019 y 2021».
«Se destaca la diferencia de performance en rubros como el químico (31,4% contra 1,2% en el promedio de países) y automotriz (17,0% contra 12,5%)», precisó el trabajo del CEP XXI.
Los 11 sectores que forman parte de la comparativa son: Alimentos, bebidas y tabaco; Textiles, indumentaria y cuero; Madera, papel e impresión; Combustibles; Químicos; Farmacéuticos; Plásticos, caucho y minerales no metálicos; Metales básicos y productos de metal; Maquinaria y equipo; Automotriz; y Otro equipo de transporte.
De esta manera, los resultados de julio mostraron una continuidad de la tendencia registrada en los meses anteriores, ya que en el acumulado del primer semestre del año la industria argentina creció 4,6% contra 2019, por encima de los países mencionados salvo China.
La actividad industrial viene creciendo sostenidamente desde fines del 2020. Foto: Pablo Añeli.
Asimismo, «en 9 de los 11 sectores el desempeño fue mejor al promedio de los países mencionados», indicó el CEP XXI en su informe de Panorama Productivo.
A la hora de buscar las causas de estos resultados, Schteingart remarcó «un cambio muy fuerte de la política industrial» ya que «el Gobierno anterior nunca pensó en la industria como un sector estratégico».
«Entre 2016 y 2019 Argentina fue uno de los países del mundo con mayor caída del producto industrial per cápita, con pérdida de empleo industrial en 46 de los 48 meses de gestión del Gobierno anterior», agregó el sociólogo.
Para el titular del CEP XXI, «el cambio en la política industrial se plasma en mayor crédito productivo, más desarrollo de proveedores. La otra razón macro es que la fuerte baja de las tasas de interés mejoró la situación financiera de la industria y la ecuación de costos. Esas son dos razones diferenciales de Argentina respecto al resto de los países».
Asimismo, la crisis de los semiconductores que golpea a la industria automotriz global repercutió fuertemente en los países donde el sector representa gran parte de la producción fabril total, tirando para abajo el guarismo de es este sector productivo en su conjunto, como en los casos de Alemania y Japón.
«El faltante de semiconductores a Argentina le pega menos que a países como Alemania porque los autos de allá tienen más accesorios tecnológicos en promedio que los de acá», explicó Schteingart.
Otro motivo que explica la mejora comparativa fue los efectos que tuvo el apagón ocurrido en junio de 2019 que abarcó a casi toda la Argentina, un domingo en el que se celebraba el Día del Padre, debido a que generó problemas durante varios meses en algunos sectores industriales, lo que también determinó un registro comparativo más bajo.
Además, «el año pasado, la brecha cambiaria en Argentina hizo que algunos bienes durables al tipo de cambio del dólar MEP estuvieran muy baratos, lo que incentivó una fuerte demanda de materiales de la construcción y algo de automotriz», agregó el titular del CEP XXI.
Y concluyó Schteingart: «todo esto te explica porqué la recuperación industrial argentina es mucho más acelerada que en el resto de los países comparados, salvo China».
La actividad industrial viene creciendo sostenidamente desde fines del 2020 y, en los primeros ocho meses de este año, operó 4,8% por encima del mismo período de 2019 y 21,1% por encima de 2020, de acuerdo al indicador del CEP XXI.