Una mujer y su actual pareja fueron detenidos ayer en el barrio Yacyretá de Posadas, denunciados por los delitos de “abuso agravado y corrupción de menores”. Las víctimas, hijas de la acusada, tienen 10 y 7 años pero serían las mismas niñas que padecieron similares aberraciones por parte de su padre biológico, quien hoy cumple condena por tales delitos contra la integridad sexual.
El padecimiento de las pequeñas llegó a la Justicia el lunes ante la fiscal de Instrucción 1, Amalia Benedicta Spinnato, donde una tía de las menores se presentó y denunció lo que escuchó de la propia confesión o reconocimiento de la progenitora de las niñas, quien le solicitó primero ayuda para cambiarse de culto evangélico porque el delito que habría cometido la “llevaría directo al infierno”, “no se lo perdonaría Dios”.
La ofensa que reconocía por supuestos religiosos, consistiría en sendas violaciones a los artículos 119 y 125 del Código Penal Argentino, en este caso agravados por su vínculo, son las hijas, pero que también alcanzarían a su actual pareja o padrastro de las menores.
Las detenciones se tramitaron rápidamente ante el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, y tal como pudo observar PRIMERA EDICIÓN, único medio presente y que reserva mayores detalles para evitar la revictimización de las niñas involucradas, se concretaron a las 17.30 de ayer cuando efectivos de la Comisaría de la Mujer y de la comisaría Sexta (Unidad Regional I) siguieron las órdenes del magistrado mencionado. El procedimiento fue cuidado y sin que se produzcan incidentes.
Fuentes consultadas por este Diario remarcaron que las menores serán revisadas por médicos especialistas durante las próximas horas y seguirán bajo resguardo de la tía de la detenida, quien denunció los delitos.
Según la presentación ante la Justicia, la madre de las niñas le solicitó a su familiar una reunión porque atravesaba un cuadro psicológico grave y necesitaba cambiar de iglesia por “temor a que no le perdonen”. Según la denunciante de 56 años, ella le relató que se reconocía como culpable de “incesto” y que las víctimas eran nada menos que sus hijas, las mismas menores que ya fueron abusadas por el padre, delitos por los cuales este hombre cumple condena por abuso sexual en una celda del Servicio Penitenciario Provincial.
Una vez que las niñas estén en condiciones plenas de poder aportar su testimonio, serán analizadas por el gabinete especializado del Poder Judicial para ser entrevistadas en Cámara Gesell.
Durante las próximas horas los detenidos podrán notificarse de su defensa y ser llamados a indagatoria ante el juez Cardozo.
Sorpresa y conmoción
Vecinos de los aprehendidos ayer no ocultaron la consternación por el procedimiento y mucho mayor fue la sorpresa cuando comprobaron los trascendidos de que en el inmueble fueron detenidos ambos mayores de edad y presenciaron la salida bajo contención psicológica de las niñas de su hogar rumbo a otro sitio que se mantiene bajo estricto silencio.
Remarcaron las mismas voces que la pareja era practicante de un culto evangélico y que nunca sospecharon que podrían ser capaces de cometer los delitos señalados.
Encuadre legal
En el artículo 119 del Código Penal Argentino se remarca que “será reprimido con prisión de 6 meses a 4 años el que abusare sexualmente de una persona menor de 13 años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima no haya podido consentir libremente la acción (…) La pena será de ocho a veinte años de prisión si el hecho fue cometido por ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de algún culto, encargado de la educación o de la guarda”.
En cuanto a “corrupción de menores” el CPA indica en el artículo 125 que “aunque mediare el consentimiento de la víctima será reprimido con prisión de tres a diez años. La pena será de 6 a 15 años de prisión cuando la víctima fuera menor de 13 años y de 10 a 15 años, cualquiera fuere la edad si el autor fuera ascendiente, cónyuge, hermano, tutor, conviviente, encargado de su educación o guarda”.