De acuerdo con la investigación que comenzó hace apenas dos meses, aunque los hechos habrían ocurrido en marzo de 2020, entre las posibles víctimas mortales de Mosca se encuentran un hombre de 61 años llamado Natale Bassi y otro de 80 años llamado Angelo Paletti, ambos oriundos del municipio de Brescia.
La lista, sospecha la fiscalía, podría ser mucho más larga, por lo que se investigan dentro de la causa otras “tres muertes anormales” que podrían ser adjudicadas a la intervención del doctor Mosca.
El médico, que negó los hechos e insiste con su inocencia, se encuentra suspendido en su cargo y fue detenido bajo arresto domiciliario en su casa de Mantua.
La investigación
Mientras Italia atravesaba uno de los momentos más duros de la pandemia, con hospitales desbordados y un aumento incontrolable de contagios y muertes por coronavirus, la policía de Lombardía detectó irregularidades en los fallecimientos de algunos pacientes del Hospital Montichiari.
En las historias clínicas de estos enfermos se detallaba un “repentino, y no fácilmente explicable agravamiento” de las condiciones de salud, reportó el sitio Brescia Today.
Fue entonces cuando se ordenó la realización de análisis forenses y se detectó la clave que luego permitiría llegar al doctor Mosca: dentro de los tejidos y órganos de uno de los muertos había presencia de un fármaco anestésico y de un relajante muscular comúnmente utilizado en la intubación y sedación que, si se emplea fuera de procedimientos y dosis específicas, puede llevar a la muerte.
Según advirtieron los investigadores, el doctor no había incluido en la historia clínica del paciente la administración de ese fármaco, por lo que también fue imputado por “falsificación en un documento público”.
De acuerdo con la justicia italiana, Mosca no sólo pretendía “liberar camas” matando pacientes, sino que también lo hacía para liberar “recursos humanos, físicos y emocionales, de los médicos, enfermeros y operadores de sala de los servicios de urgencias”.
Qué dice el médico
Hasta la fecha, Mosca negó todas las acusaciones emitidas por la jueza Angela Corvi y aseguró que son “alegatos infundados”.
Sin embargo, hay una conversación de WhatsApp –que fue intervenida por la justicia– entre una enfermera de Urgencias del Hospital Montichiari y otra persona que complicaría la versión del médico: “No voy a matar a pacientes sólo porque él quiera liberar algunas camas”, decía la trabajadora de salud en su mensaje.
Además, la justicia también alertó sobre el comportamiento de Mosca al conocerse los resultados de la autopsia, ya que según Corvi el médico “se acercó a los miembros del personal para acordar una versión conveniente de la historia, incluso instándolos a declarar en falsedad”.