En un golpe tan audaz como inédito, dos jóvenes que estaban detenidos en la comisaría de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón, hicieron un boquete en el baño de la celda, accedieron al patio exterior y se fugaron a bordo de una moto secuestrada que se hallaba en resguardo de la misma dependencia.
El hecho se registró en la madrugada de ayer y fue alertado por otro detenido que compartía con los evadidos el mismo calabozo.
Se trata de Darío Iván Rodríguez (19) y Matías Daniel Correa (19), detenidos por robo calificado y hurto de caballos, respectivamente, expedientes que se tramitan ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.
Según averiguó El Territorio, el boquete por donde escaparon fue hecho con una barra de hierro que fue extraída de una de las camas dispuestas en la celda.
Ocurre que al tratarse de una dependencia antigua, aún conserva el mobiliario original, mientras que las construcciones más modernas tienen camas de cemento o directamente carecen de ellas y los presos disponen colchones en el piso.
En tanto, las autoridades de la Unidad Regional II iniciaron un sumario administrativo interno al personal de guardia para deslindar las responsabilidades del caso.
Llamativamente, los policías que se hallaban en la dependencia no escucharon ningún ruido, ni de los golpes del hierro contra la mampostería ni la posterior sustracción de la moto que se hallaba en el patio y que los implicados usaron para fugarse.
Asimismo, desde la cúpula policial anticiparon que sería inminente el relevo del jefe de la comisaría, oficial principal Luis Días Da Silva, quien ya venía siendo cuestionado por la comunidad debido al incremento de la inseguridad en el pueblo.
Búsqueda infructuosa
Por el momento no fue precisado el horario exacto de la fuga, aunque se sabe que a las 6.25 de ayer el personal de guardia fue alertado del hecho por otro de los detenidos que compartía el calabozo con Rodríguez y Correa. En total eran cuatro los presos en el lugar.
Fuentes de la fuerza precisaron que a esa hora uno de los dos detenidos que permanecían en la celda comenzó a gritar que los demás se habían escapado, lo que movilizó a los policías a revisar dicho sector.
Así constataron que en el baño del calabozo había un boquete que daba al patio de la dependencia, donde más tarde hallaron una barra de hierro que había sido extraída de una de las camas donde duermen los presos.
Pero no sólo eso, ya que al revisar el predio notaron el faltante de una motocicleta marca Honda New Titán, dominio A067OYQ, que se hallaba secuestrada en el patio de la comisaría por una contravención.
Inmediatamente, se dio aviso a las autoridades de la Unidad Regional II y se solicitó la colaboración de las diferentes dependencias de la jurisdicción para implementar un operativo en el casco urbano y la periferia rural del municipio.
En consecuencia, desde Oberá acudieron varias divisiones que rastrillaron la zona hasta entrada la noche, aunque hasta el cierre de esta edición oficialmente no se informó sobre la recaptura de los evadidos.
Al respecto, fuentes de la fuerza reconocieron la dificultad que implica lo amplio de la jurisdicción que incluye picadas y montes de difícil acceso. Además, ambos prófugos son oriundos de Villa Bonita y conocen la zona en detalle.
Negligencia o complicidad
La fuga de la comisaría de Villa Bonita se dio a menos de un mes del hecho registrado en la Seccional Tercera de Eldorado, de donde el pasado 25 de diciembre se escaparon nueve detenidos, de los cuales cinco fueron recapturados.
Como dato anexo de aquel hecho, fuentes oficiales indicaron que cuatro de los cinco recapturados se contagiaron de Covid-19, por lo que permanecen aislados.
En tanto, sobre las circunstancias del escape en Villa Bonita, además de tratar de dar con los evadidos, las autoridades policiales también pondrán el foco en determinar las responsabilidades internas del caso, considerado un verdadero escándalo institucional.
“Es gravísimo lo que sucedió, primero por la violación de la seguridad interna, al punto que hicieron un boquete y el personal de guardia no escuchó un solo ruido. Y como si eso fuera poco, después se robaron una moto que estaba en resguardo de la dependencia, lo que a su vez le generó un perjuicio a un tercero. Por eso se está investigando si fue negligencia o hubo algún tipo de complicidad del personal policial de turno”, confió una alta fuente.
La comisaría de Villa Bonita se encuentra en pleno corazón del pueblo y es lindera a la plaza principal.
Se trata de una edificación antigua y el patio interno donde se hallaba la moto carece de cerco perimetral.
Incluso, una vez que concretaron el boquete y salieron al exterior, los evadidos no tuvieron que sortear ningún otro obstáculo y hasta pudieron elegir la mejor moto del lote de secuestros antes de escapar del lugar.
Si bien otro de los detenidos fue quien dio la voz de alerta a los policías, tampoco se puede descartar que haya esperado un par de horas para hacerlo, con lo que los evadidos ganaron mucho tiempo.
Grave error de seguridad
Desde la Unidad Regional II confirmaron que los evadidos utilizaron un “pedazo de hierro de una de las camas de la celda” para hacer el boquete por donde escaparon, al tiempo que reconocieron que no es habitual ni recomendable que haya ese tipo de estructuras en las dependencias actuales.
“Prácticamente no se ven más camas de metal o madera en las comisarías porque son materiales que se pueden desarman y utilizar en contra del personal o, como en este caso, para facilitar una fuga. Tal vez como es una dependencia de un pueblo chico se tomaron ciertas licencias que no debían, lo que también será motivo del sumario en marcha”, subrayaron.
Al respecto, agregaron que “si por razones de seguridad los detenidos no pueden tener cordones, cadenitas, cintos o encendedores, no es lógico que haya camas de metal o madera en las celdas”.
Tampoco el “llavero” de guardia habría cumplido con las rondas reglamentarias de control del calabozo, ya que debe permanecer en el sector y, en caso de ausentarse, tiene que pedir un relevo, lo que no habría sucedido.